lunes, 21 de septiembre de 2009

Miénteme...

Cierra tus ojos mi muñeca,
quiero que por un momento se apaguen,
Y con la red tejida de nuestros cuerpos anudados,
quiero cazar luciérnagas en las montañas de tu ser.

Cierra tus ojos, ciérralos,
olvida mi nombre, olvida quien soy,
y miénteme un poco te lo suplico,
que tus labios se cubran con finas máscaras...
y que comience la función.

Cierra tus ojos,
hazme sentir amado,
entrega por un momento tu alma,
a los brazos de este loco, de este poeta barato,
que cuando cierras tus ojos se le olvida que le estas mintiendo.

Miénteme nuevamente, pero recuerda...cierra tus ojos,
miénteme una y otra vez,
cuan feliz soy cuando me estas mintiendo,
cuan vivo soy cuando no puedo ver mi rostro en tu mirada.

Ahora dame un beso,
ese que siempre te he pedido,
ese que nunca me darás, como quieras....
poco me importa, por ahora solo miénteme un poco más.

Solo me encuentro,
tirado en el suelo, me siento muerto,
pensando en tus ojos, pensando en tu cuerpo,
y es ahora donde me doy cuenta,
de que en todo momento me estuviste mintiendo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Oda al humo.


Verde, rojo o azul,
gris a veces blanco,
eleva tus alas al cielo infinito,
pájaro ansioso que mi de aliento despegas,
loco, desbocado, furioso remontando la tierra.

Bandera de vida, escudo de muerte,
rompe silenciosamente el mundo con tu irregular figura,
tan suave, tan fina, tan libre...
vuela alto, muy alto camarada mio,
pues solo el viento implacable,
puede mitigar tu libertario espíritu.

Quisiera ser como tu,
escurridizo, pequeño ratón de campo,
para desintegrarme lentamente como el triste olvido,
sobre este universo de almas mutiladas.
humo grande, humo fino, al fin y al cabo,
y por siempre humo mio...

Pálido compañero, que lentamente partes de mi alma
cargando bajo tus delicados brazos
valijas plagadas de recuerdos,
ferrocarril viajero, socavas la tierra con tu blancas manos.

Parte si rumbo fijo...
solo como mapa tu corazón aventurero,
y como brújula aquel cisne que viaja hacia el sur,
besa las nubes por mi, golpea el viento con mi rostro
y hazle de mi parte el amor al sol...

Hasta pronto, amigo mio, hasta pronto!
un abrazo final de despedida,
que rompe en mil pedazos tu cintura, y un ramo de rosas y besos,
como entrega especial para aquella muñeca de plata,
sutil mensajero mio...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Animal nocturno...

Animal nocturno, cazador de sueños.
campana desolada de tétrico movimiento,
que como el último trinar de un canario herido
auguras mi metamorfosis cuan viejo bote
atraca diariamente al ocaso
en el olvidado muelle de mi alma.

Olvido maldito, en tu río de aguas turbias
se ahogo mi mas profundo anhelo,
cuan vulgar hojarasca desapareciste entre feroces corrientes
arrastrando contigo la vida de un hombre y devolviendo de entre tus entrañas...
a aquel animal nocturno.

Guardián de las penumbras
ser básico, ser vacío...
estupor silencioso en que tu ausencia me ha dejado,
respirar, esperar, olvidar, pensarte...
rutina maldita que a mi alma desola

Iluminado por tu tenue luz, oh luna temerosa,
sentado en mi viejo sofá. contemplando los rizos rojos que como finos alambres del más puro cobre adornan tu esbelta figura,
mientras caen gotas de fuego de un frenético cielo carmesí,
recorro sin rumbo alguno aquel pasado feliz.

Escuchando el viento en su magistral concierto,
danzando vertiginosamente entre figuras frías y húmedas,
haciendo extraños sonidos hasta con el más simple de los objetos,
trayendome esta noche y sólo para mí aquella melancólica serenata.

Inefable amor, inefable dolor...
tú que golpeas con tu martillo de palabras,
la cabeza azul de este animal nocturno,
en el yunque desesperante de otra noche de soledad.

Segundos que transcurren...
lentos como el vaivén de una hoja muerta en la quietud de tus ojos traicioneros,
van marcando mi cuerpo con cicatrices de llanto,
haciendo estragos en mi desnuda piel, en mi taciturno ser,
en mi ser de animal nocturno...

Campana solitaria anuncias el comenzar de un nuevo día,
me levanto abatido de mis sabanas aún frías,
recorriendo débil y lentamente el todavía oscuro pasillo,
espejo infalible, testigo mudo de muchas escenas,
reflejas en la pureza de tu rostro,
aquellas manchas lívidas que adornar mis abortargados ojos,
confirmandome con tu sosegado lenguaje, que la noche anterior tambien me visitó,
aquel animal nocturno...