miércoles, 27 de enero de 2010

Mátame con tus ojos,
y congélame con tu sonrisa,
esbelta muñeca de jade, revive mis despojos,
detén el tiempo y el miedo, por favor detén la brisa...

Acá me hallo esperando por verte,
absorto cantándole al cielo,
y a la gran ciudad inerte,
rogando a las nubes, por un instante poder ver tu velo...

Me encantas, no lo niego,
como el crepúsculo, como mi pluma,
como el humo azul, que me causa sosiego,
quiero volar muy alto y ahogarme en blanca espuma...

Quiero escribirle a la vida,
darte un beso de aquellos que cosecho,
y hacer mas lenta esta despedida,
déjame ver por tus ojos, déjame entrar en pecho.